OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
Muchos de los electrodomésticos que nos rodean dejarán de funcionar en breve. El reloj tecnológico es imparable y todo se rompe y suponen una amenaza para las economías domésticas. Los productos tienden a estropearse, de forma más o menos prevista. La denominada obsolescencia programada obliga a incrementos de la demanda tarde o temprano, en ocasiones la rotura está prevista por la empresa, en otras ocasiones, el fabricante decide romper el compromiso de soporte o reparación para incentivar la venta de otras líneas de producto.
Las primeras versiones del iPad resultaron tan buenas técnicamente que a Apple no se le ocurrió otra manera de fomentar las ventas de sus nuevas versiones que suspender nuevas actualizaciones de programas. Microsoft ha tenido que hacer lo mismo con el incombustible Windows XP. El 3D llegó a las teles con el objetivo de animar las ventas, pero al final serán las 4k la única innovación capaz de expulsar del mercado las generaciones actuales y anteriores de televisores.
Cuando Bernard London proponía en 1932 terminar con la gran depresión con técnicas de obsolescencia programada no advirtió de los efectos medioambientales de su genialidad marketiniana. La basura nos rodea y se amontona en nuestro entorno, obsesión por renovar aquello que podría funcionar casi eternamente.
Los chinos se han convertido en maestros de la obsolescencia, con productos de usar y tirar, de esos incluso que no soportan ni el primer uso, Pero el producto llena de basura el planeta y la obsolescencia programada amenaza las economías familiares torpedeadas por la crisis. Todavía quedan algunos productos garantizados de por vida.
La clave de cualquier obsolescencia programada efectiva es que la reparación del bien cueste más que la adquisición del producto nuevo. Así, sustituir un chip de una impresora cuesta más que la compra de otra nueva, Además, el precio de cualquier producto se sitúa en la mayoría de los casos en torno al 50% a los cinco años de su adquisición, por lo que su reparación no apetece casi nunca.
Opinión personal
En mi opinión la obsolescencia programada es una estafa para toda la gente, porque que se rompa tan rapido un producto no es normal y las empresas se aprobechan mucho de los productos de necesidad para las personas y que no se rompa tan facilmente y rapidoos productos. No me parece mal que las empresas hagan que se rompa un producto para poder seguir vendiendo, pero que no hagan los productos para que se rompan tan rapido si lo pusieran para que durara mas años no me pareceria mal.
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